El nombre es toda una declaración de principios y de objetivos meridianamente tan claros como comprometidos: «Buscar el máximo beneficio para todas las personas y que estas lleguen a sonreír». ‘Cadena de Sonrisas’ es una asociación de carácter solidario que empieza a caminar en Valladolid, siendo su ámbito de actuación provincial, que nace con la máxima de fomentar la buena convivencia en la sociedad a través de la puesta en marcha de una cadena de favores. Su principal capital es el humano y su compromiso es el de ayudar a personas carentes de cualquier necesidad social.
La principal característica de los 30 miembros que hasta el momento forman esta agrupación es la juventud, divino tesoro que esperan que gane quilates con la incorporación de nuevos socios de cualquier edad. Cualquiera «será bienvenido siempre». La única condición es venir cargado de «ideas nuevas y con ganas», señala Jonathan Racionero, uno de los impulsores de este compromiso. Basta con acercarse a su lugar de reunión en la C/Nicasio Pérez número 1, primero C; dirigirse por carta a su sede de la calle Villalba de los Alcores número 2, tercero A; o contactar digitalmente a través de su página web asociacióncadenadesonrisas.es; de su correo electrónico, asociacion.cadena.sonrisas@gmail.com; o a través de su perfil de Facebook.
Natural de la localidad segoviana de Nava de la Asunción, de 30 años de edad, Racionero es técnico deportivo de buceo y profesor de socorrismo. Ahora está en paro, pero no para, pues el trabajo en la asociación lo compagina realizando un módulo de grado medio de técnico en emergencias. ‘Cadena de Sonrisas‘ es un sueño hecho realidad, su sueño, «una idea que tenía desde hace muchos años, desde que trabajaba en Cruz Roja.
A pesar de las dificultades para empezar, algo que ha sorprendido a Jonathan que no entiende que «quieras trabajar de forma voluntaria para los demás, que a nadie le cueste nada, y aun así cuesta que te abran las puertas», aun con esto, en breve arrancará el primero de sus proyectos al que han llamado ‘Pájaros de papel‘. Con él han conseguido reabrir las puertas de la biblioteca del Hospital Clínico de Valladolid después de que estas cerrasen debido a los recortes. Pretenden mejorar la estancia en el hospital haciendo llegar a pacientes y familiares la lectura, para ello, el hospital les ha preparado un carrito hospitalario para llevar los textos a las habitaciones.
Para mayores, ‘Quédate a mi lado‘ es la segunda actuación que emprenderán, dirigida a personas mayores que viven solas, algunas con problemas de salud. De este servicio se encargarán estudiantes de Medicina y Enfermería quienes realizarán sencillos chequeos y controlarán la medicación. De similar planteamiento es el proyecto ‘Clases de valores’, en el que estudiantes de Magisterio voluntarios ofrecerán clases de apoyo a aquellos estudiantes que lo necesiten.
‘Postales desde la cárcel‘ se propone unir dos mundos, el carcelario y digital; y ‘Lassie‘ se centrará en menores que cumplen medidas judiciales que no acarrean internamiento, sino trabajos a favor de la comunidad.
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