Este proyecto pretende hacer llegar a quienes están en el hospital, es decir, a los pacientes internados y a sus familiares, la afición a la lectura a través de facilitarles el acceso a la misma mediante un carrito que llevará los textos de la biblioteca hasta sus habitaciones y, en segundo lugar a través de  la colocación de carteles en los diferentes pasillos y salas con poemas, pinturas o pequeñas creaciones propias de los pacientes con la idea de ayudar a tranquilizar a quienes llegan y sentirse más cómodos y confortables dentro de su período de hospitalización.

Se trata, de llenar esos tiempos “libres” para que las personas tengan la posibilidad de leer. Uno de esos lugares donde más tiempo se pasa, y además no de la mejor manera, facilitando su estancia y la de sus familiares y amigos.

“Tendríamos que proporcionar libros a los enfermos aunque solo fuera para compensar, con el placer del espíritu, el dolor del cuerpo”