Para terminar el verano de la mejor manera posible, nuestros/as peques del proyecto «Una Mente Maravillosa» y sus «profes» pasamos unos días más que estupendos en Asturias, nos llovió si, pero lo pasamos «chachipistachi».

Un año más nuestros/as peques se han marchado de campamento. Nos hemos ido hasta Bustiello en Asturias para pasar unos días super divertidos.

El primer día tuvimos un baño improvisado en la «piscina del albergue» y por la noche vimos la peli de Hook.

 

 

El martes estuvimos por la mañana en el MUMI, el museo de la minería de Asturias y les encantó. Nos bajaron en una jaula hasta una recreación de una mina, nos metimos por todos los túneles y montamos hasta en el tren que llevaba a los mineros por la mina. la verdad es que pensamos que habíamos bajado más de 500 metros, pero la realidad… fue otra.

 

 

El MUMI es uno de los museos más visitados de Asturias. Cuenta con una parte expositiva y una mina imagen construida en el subsuelo del edificio. La parte expositiva del museo es muy completa. Una enorme noria de tracción humana nos recibe al entrar, la cual era utilizada para extraer el agua de la mina, y cualquiera puede ponerla en funcionamiento caminando por su interior.

Por la tarde nos acercamos hasta el Zoo de Oviedo. El zoológico «El Bosque» tiene una gran peculiaridad, y es que los animales que lo habitan son animales que han sido abandonados, rescatados, donados por otros zoos y por particulares y que no se pueden recuperar y devolver al entorno salvaje.

 

Es un centro donde, por desagracia, hay muchos animales. Además, como hicimos la visita guiada nos enteramos de todo a la perfección y pudimos hacer un taller super interesante. Dicho zoo lleva funcionando desde el año 2.008 y al frente del mismo se encuentran Ruth y Luis Gonzalo. Un 80% de los animales que tienen provienen de familias que no saben que hacer con ellos.

Dentro de este porcentaje también se incluyen animales decomisados por SEPRONA  a particulares. El 20% restante provienen de otros zoos. David , fue el monitor que nos acompañó, nos explicó los animales que cuidan explicándonos sus costumbres y su procedencia. Pudimos ver una gran variedad de animales, desde linces boreales,  suricatos, loros, macacos, etc. Nos encantó la visita la verdad.

 

Por la noche tocó uno de los juegos míticos el «langostino de oro» donde en esta ocasión, los/as peques hicieron de monitores/as y nos lo pasamos genial.

El miércoles tocó playita. Aunque el día estaba algo nublado, esto no nos impidió remojarnos y bañarnos un montón. Hace más de 150 millones de años, en el período Jurásico, los dinosaurios poblaban la Tierra. Aún faltaban 63 millones de años más para que el hombre apareciese sobre ella… Por esta Playa de «Las Griegas» pisaron y dejaron sus icnitas los dinosaurios..

 

Estuvimos viendo como el agua entraba por unos «agujeros» y como hacía un ruido muy extraño. También estuvimos viendo los acantilados y como rompía el mar. Un milagro de la naturaleza a pocos kilómetros de Llanes que sólo se muestra en ocasiones especiales.  ¿Qué es exactamente un bufón? Se trata de grietas en la roca caliza de un acantilado por las que se cuela el agua del mar, provocando auténticos surtidores de agua a presión.

Depués de reponer fuerzas con la ducha y la cena estuvimos jugando a unos juegos de mesa y a dormir, que aun nos queda por delante el día de mañana 

El último día de campamento… ¡Ohhhhhhh! se nos acaba la diversión… ¡No puede ser!. Bueno al menos aprovechamos el día hasta el final. Por la mañana la visita más esperada. Casi nos quedamos sin poder hacerla pero al final fuimos al MUJA. ¡Por fin pudimos ver a los Dinosaurios! Si viajas a Asturias bien acompañado, hay un lugar que es de visita obligada en el que viviréis una experiencia inolvidable con la que os divertiréis a vez que aprenderéis.

 

Se trata del Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), uno de los museos paleontológicos españoles más importantes, que cuenta con una enorme muestra sobre los dinosaurios. Situado en la “Costa de los Dinosaurios”, como se le conoce al sector literal entre Gijón y Ribadesella, debido a que a lo largo de la historia se han encontrado múltiples huellas y restos óseos de los dinosaurios que poblaron la zona hace más de 150 millones de años.

 

¡Siéntete como un/a Paleontólogo/a! Desde la excavación y la extracción de los fósiles hasta su análisis y estudio en el laboratorio, los/as más pequeños/as de la casa conocerán el trabajo de un paleontólogo/a. Buscaron fósiles en unos cajones de arena para después observar sus características e identificar a qué animal perteneció. Corrieron «entre hilos» para conseguir sus pistas y pasearon entre maquetas de dinosaurios un ben rato.

¿Sabes que no hace falta ir hasta el Quinto Pino para tener la oportunidad de perderte en un Bosque de Secuoyas? Sí, puedes sacarte fotos chulas rodeado de árboles gigantes sin necesidad de subirte a un avión. No solo en California hay bosques de secuoyas, sino que los tenemos  al lado de casa así que nos desplazamos hasta uno de los sitios menos conocidos y más bellos de Cantabria. El bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal. I-N-C-R-E-I-B-L-E.

 

La verdad es que resulta realmente curioso encontrarte con dos hectáreas y media de secuoyas en una zona tan atípica para estas plantaciones como es Cantabria. Realmente las secuoyas se plantaron en Cantabria por necesidades industriales de la zona alrededor del año 1940. Se decidieron plantar 848 secuoyas ni una más. 

 

¿Y que pasó después? ¿No se los cargaron? Ya sabes que a veces suele pasar que los planes que tienes previstos se van al garete ¿no? Pues eso mismo pasó con las secuoyas, que cuando crecieron ya no les interesó cortarlas y ahí se quedaron plantadas para que las disfrutemos nosotros 🙂 . ¡Menos mal! Porque actualmente es uno de los parajes más bonitos de Cantabria y el bosque fue declarado Monumento Natural.

Y así finaliza nuestra última aventura del curso 2018-2019. Todo esto se lo debemos a todas aquellas personas que en su día, pagaron su entrada en nuestra Gala Solidaria. Gracias a vosotros y vosotras, estás actividades, estas vivencias son posibles. Y queremos compartirlas con todos y todas. La experiencia que estos niños y niñas se llevan en sus mochilas personales hasta su casa… no tienen precio. Y la nuestra… ni os cuento.

El año que viene, ya tenemos plan pensado… ya os iremos contando. 😉